miércoles, 20 de julio de 2011

Estimados padres y madres de alumnos/as:

Estimados padres y madres de alumnos/as:
                Esta carta informativa trata de aportar recursos a los padres para que puedan ayudar a sus hijos en los estudios mejorando su rendimiento académico. Esperamos que les sea de ayuda y les agradecemos su interés y colaboración en la educación y formación académica de sus hijos.

El profesor Yovani PISCOYA
les desean unas FELICES VACACIONES.

LA AYUDA A LOS HIJOS EN LOS ESTUDIOS:
“ABORDAR EL PROBLEMA DEL FRACASO ESCOLAR Y
MEJORAR EL RENDIMIENTO ESCOLAR”

                Uno de los problemas más graves con los que se enfrentan los padres es el fracaso escolar de sus hijos. Este problema no sólo puede infuir en la felicidad del hijo, en su propia autoestima y en su futuro, sino que puede alterar también la armonía familiar. Los padres pueden intervenir de una forma positiva en el éxito escolar, igualando o incluso superando la influencia de las capacidades intelectuales del hijo.
               
                La diferencia más importante entre los llamados “buenos” o “malos” alumnos se encuentra en la AYUDA y en la MOTIVACIÓN que reciben en casa por parte de sus padres, puesto que ellos son los intermediarios más cercanos, entre sus hijos y el saber (los conocimientos), para la consecución de mejores resultados. Los padres deben tener en cuenta los siguientes aspectos:


§  El que los hijos vayan a la escuela es una responsabilidad de los padres. No ayuda a los hijos que sus padres adopten una actitud permisiva para no asistir a clase o que les justifiquen las faltas de asistencia cuando éstas no son por causas importantes que verdaderamente impidan a los hijos asistir al instituto. El absentismo escolar causa en los hijos acumulación de retraso académico, aumento del desinterés por los estudios y pérdida o deterioro importante de los hábitos escolares, de estudio y de relación con otros jóvenes estudiantes.
§  Los hijos deben saber que estudiar es también una responsabilidad y un deber de ellos. Los alumnos deben hacer lo que se les exige en el instituto, y los padres deben saber que para la mayoría de las tareas no se necesita una inteligencia superior, la motivación y el esfuerzo son más importantes. Aunque el hecho de ser inteligente proporciona al alumno una ventaja escolar, le beneficia aún más el ser capaz de aceptar responsabilidades, de aplicar la motivación, el esfuerzo personal y la constancia. Los hijos a los que se les ha enseñado a ser responsables en casa habrán aprendido a organizar y asumir las consecuencias de sus actos, ya sean éstos buenos o malos. La mayoría de las tareas que hay que realizar en casa deben hacerse a unas horas determinadas, y bajo ciertas condiciones, y tienen consecuencias si no se hacen correctamente. Los jóvenes encuentran una situación similar en el instituto: las tareas se hacen en un momento determinado con condiciones y consecuencias. Recuerde que nunca es demasiado tarde para enseñar a los hijos a ser responsables, pero cuanto antes se haga, más fácil resultará el aprendizaje.
§  Al hijo se le debe permitir cometer errores, aprender de ellos y valorar y corregir su propia actuación en casa, para que así aprenda a actuar con corrección fuera de ella. Los padres deben hacerles ver a sus hijos la relación existente entre el fracaso escolar y los efectos negativos que esto puede tener para su vida futura. Pero recuerde que se trata de hacerles reflexionar y comprender, no hacerles sentir fracasados y culpables.
§  El estudio debe ser para el joven una fuente de placer y satisfacción. Este objetivo no es fácil de conseguir debido a diversos factores como pueden ser el propio joven y sus características personales diferenciadoras, las situaciones externas a él que le pueden afectar a sus capacidades y a su motivación (TV, videojuegos, internet, amistades,…), una familia poco motivadora y una enseñanza muy académica. Estas y otras razones pueden convertir el estudio en un problema para el hijo, más que en un placer. El fracaso escolar se da con mucha frecuencia por la siguientes razones:
*        Falta de interés por algunas asignaturas, lo que influye mucho en la falta de voluntad y esfuerzo.
*        Falta de un ambiente adecuado de estudio en casa, lo que repercute negativamente en la motivación.
*        Falta de organización en el estudio, falta de planificación y de horario de estudio.
*        No saber estudiar (desconocimiento de las técnicas básicas de estudio).
§  Los padres deben y pueden ayudar a sus hijos a resolver éstos y otros problemas que les puedan llevar al fracaso escolar ayudando a los hijos a mejorar la organización y el hábito de estudio, motivando a los hijos, dándole la importancia adecuada a las calificaciones, contribuyendo a que sus hijos mejoren su concentración y sus técnicas de estudio.
§  Es labor de los padres lograr que los hijos sigan un horario fijo y razonable para las comidas, en el sueño y en el estudio (la dedicación de un tiempo suficiente al estudio es un factor fundamental para el éxito escolar). Recuerde que el hábito se hace con constancia, con el día a día, y con el tiempo. Los padres tienen que lograr que sus hijos adquieran un hábito de estudio ayudándoles a cumplir con el horario establecido y a concentrarse en las tareas a realizar. Los hábitos son recursos importantes para educar y para la vida. Se adquieren por repetición de actos: constancia y tiempo. Los hábitos facilitan a la persona la realización de tareas que pueden ser costosas, como es el caso del estudio. 
§  La presencia y participación paterna son muy importantes. Los padres deben estar disponibles para ayudar a sus hijos a resolver los problemas que les puedan surgir, así como revisar que las tareas se realizan y que se aprovecha el tiempo al máximo. Y si el hábito decae en algún momento, que es probable y normal, ayúdenle a recuperarlo con PACIENCIA, RESPETO y DETERMINACIÓN. Unas palabras de aliento y satisfacción de vez en cuando le ayudarán a mantener estas buenas costumbres.
§  Para desarrollar la motivación hacia los estudios la función de los padres puede empezar por reforzar los logros de sus hijos, lo que fortalece la autoestima. La automotivación se da cuando la persona encuentra satisfacción esforzñandose por hacer bien las cosas por él mismo. La automotivación es fundamental para funcionar bien en la escuela (y en la vida). Como método para transmitir ánimo y para fomentar la autoestima pueden hacer lo siguiente:
A)    Identifique los comportamientos positivos y los esfuerzos que hace su hijo/a.
B)    Reconozca los hechos concretos que realiza y no se pierda en generalidades.
C)    Dígaselo con palabras cuantas veces sea necesario. No se guarde los elogios a sus hijos pensando que el hacer las cosas bien es su deber. A todos nos gusta que nos reconozcan lo que hacemos.
D)    Utilice un lenguaje de ánimo basado en motivas el esfuerzo para superarse a sí mismo. Algunos ejemplos estimuladores podrían ser: “Me gusta como has resuelto ese problema”. “Conociéndote, sé que lo conseguirás, aunque te cueste”. “Fíjate en lo mucho que has avanzado en esto”. “Estás mejorando en ......, ánimo, sigue”. “¡Bien hijo/a, lo lograste”. “Sé que no te rindes fácilmente, sé que vas a seguir intentándolo”. “Confío en tu capacidad para ......”.
E)    Comunique a su hijo/a que disfruta de su compañía.
F)     Pídale ayuda usted a su hijo/a para resolver alguna tarea.
G)    Evite las comparaciones entre hermanos o con amigos o compañeros de clase.
H)    Antes sus errores: ayúdele y anímele con mensajes gratificantes.
I)      Nunca le ridiculice, trátele como una persona (derecho a recibir un trato digno).
J)     Y siempre hágalo desde la sinceridad, la aceptación, el respeto y el cariño desinteresado.
K)    Eviten los comentarios constantes sobre el bajo rendimiento de su hijo/a. Pueden generar un sentimiento de fracaso y baja autoestima, y posible abandono.
§  Respecto al problema de las calificaciones bajas, es importante distinguir entre el comportamiento de su hijo ante los estudios y sus calificaciones, pues es posible que aunque éstas (las notas) sean bajas, esté realizando progresos. Hay varias cosas que pueden hacer los padres (antes de desesperarse) para desarrollar actitudes acertadas ante las calificaciones bajas de los hijos:
1.     Averigüen cómo examina y califica el profesor/a para así ver que cambios podría hacer su hijo/a para obtener mejores calificaciones.
2.     Comprueben si su hijo/a es consciente de lo que tiene que hacer para obtener buenas calificaciones.
3.     Después de hablar con él/ella, si lo consideran necesario, pidan una entrevista con el profesor/a, quizás les pueda orientar hacia la búsqueda de la solución.
4.     Mantenga un contacto regular con el colegio y con los profesores/as, así las calificaciones nunca serán una sorpresa; además, revisen regularmente sus deberes, su agenda escolar y su actitud ante el estudio.
5.     Antes de enfadarse o dar sus opiniones pregúntenle a su hijo/a qué piensa sobre ellas, así oirán su propia opinión, que valores u actitud y empiece a decidir por sí mismo la forma de mojorarlas. Si no reacciona, intervengan con sus observaciones y posibles soluciones.
6.     Recuerden que las calificaciones de su hijo son menos importantes que su actitud hacia el estudio y hacia la escuela. Se debe valorar más la responsabilidad, el esfuerzo, la constancia y el savrificio realizado que las notas en sí mismas.
7.     Sean prudentes a la hora de castigar a su hijo/a por las malas calificaciones, suele dar mejores resultados averiguar por que se dan e intentar, junto con su hijo/a, conseguir mejorarlas.
§  Estén alerta para identificar algunos problemas de aprendizaje y de comportamiento que se pueden estar produciendo y busquen recursos para solucionarlos. Algunos de estos problemas pueden ser: la hiperactividad, los problemas de memoria, las dificultades en la lectura, dificultades en la ortografía, problemas de colaboración y rechazo (rechazo a la escuela,...), difiultades de comprensión, “parece como que estudia pero.... no rinde”, la desatención, el método del mal estudiante: “estudiar los últimos días”, desconocimiento del proceso de aprendizaje o de los pasos para aprender (leer, comprender, resumir, repetición,...), dificultades de concentración, carencias arrastradas en las materias o falta de base, ansiedad ante los exámenes, falta de tiempo de dedicación al estudio por exceso de actividades extraescolares o por realizar otras actividades (laborales o de ocio), problemas de salud que afectan al rendimiento escolar u otros problemas.

TODOS ESTOS PROBLEMAS PUEDEN TENER SOLUCIÓN.
PIDAN AYUDA PROFESIONAL ESPECIALIZADA SI LO CONSIDERAN NECESARIO.
REVISEN TODOS LOS DÍAS LA AGENDA ESCOLAR
Y HAGAN UN SEGUIMIENTO DEL TRABAJO QUE TIENE QUE REALIZAR SU HIJO/A EN CASA.

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